7 de diciembre de 2010

Una experiencia excitante (agonística)

4 de diciembre de 2010.
Después de la nevada de ayer, la mañana amanece muy fría como era de esperar, está todo helado, y aunque apenas hace viento, la poca brisa que se nota, es de las que cortan la piel.

Llegamos a la plaza con la hora un poco justa, MOCHILEJA viene para acompañar al grupo de iniciación y yo a los más Racing del club.
Esperamos hasta las nueve y cuarto para ver si llega más gente y viendo que no se incorpora nadie más nos despedimos del otro grupo que parte en dirección opuesta a nuestro rumbo de hoy.
MOCHILEJA se va un poco seria, es la primera vez desde su accidente en que no salimos juntos en el mismo grupo, y eso se nos hace un poco extraño.

Los cinco primeros Breakers Bikers ¡No hay dolor!

Esta primera avanzadilla de los Breakers la componemos; Candidin, Juan Antonio, Almarcha, Fran, y el que escribe esto.
Nada mas salir del casco urbano con dirección a la Ventilla, vemos que el día tiene una luz distinta, se refleja en la mucha cantidad de nieve que aún queda y produce unos destellos como si el suelo estuviera lleno de cristales. Impresionante, hermoso.
El ritmo es vivo, y se oye el crujir de la nieve y el hielo a nuestro paso. 

Entramos en calor muy rápidamente, pues al estar el camino tan helado hay que ir sorteando los grandes charcos totalmente sólidos en donde las bicis resbalan y se cruzan sin parar.

Decidimos realizar una parada para hacer unas fotos e inmortalizar esta inauguración en un punto muy nevado entre la Ventilla y Don Jerónimo. 
Juan Antonio se queja de tener las manos congeladas. Acto seguido nos volvemos a poner en marcha de nuevo con un ritmo muy alto, para volver a entrar en calor.

Toda la zona de la mata de la Virgen y hasta mas allá de las Chimeneas se encuentra totalmente cubierta de nieve, y como el terreno tiende a picar siempre hacia arriba la cuerda se tensa mucho, si bien en las pocas bajadas que encontramos, todos sin excepción, las afrontamos sin arriesgar demasiado, pues no se ve bien lo que hay debajo de la nieve, y no es plan de jugarse el tipo tontamente.
En la subida, a Candidin le pasa factura el ser más pesado que los demás del grupo, y va regulando su esfuerzo. A mi me da la impresión de que regula, pero muy cerca de su limite.
Juan Antonio va como una moto, se le nota que está en forma después de hacer la marcha de Manzaneque y haber estado preparándola a conciencia durante un tiempo. 
Ángel también va suelto, aunque no está tan en forma como el guacharo aguanta muy bien el fuerte ritmo.
Fran se defiende igual que Candidin, casi totalmente recuperado de su lesión, se le nota que ha trabajado mucho y bien, sobre todo en las clases de spinning, y ninguno de los dos se descuelga demasiado.
Justo antes de cruzar la carretera que va a La Solana, en “la bajada de las piedras afiladas” Fran sufre un pinchazo. Paramos a reparar, y parece que sea un box de la F1, porque lo reparamos en menos de lo que tardo yo en describirlo (bravo Candidin)
A partir de la gravera el camino empieza a “regalar” y el barro hace acto de presencia en su forma más pegajosa.

Llegamos al repecho que precede a la pista asfaltada y como una manada de lobos atacamos la subida, en la que nos destacamos Juan Antonio (como va de fuerte este tío) y yo, pero después de llegar arriba vemos que se han rezagado un poco los otros tres, sobre todo Candidin (esas tapitas socio… jajajaja) 
Decido cortar hasta que llegue y cuando lo hace, mientras recupera el aliento, lo otros tres ya van a todo trapo en fila de uno por la pista. Le digo a mi amigo que se ponga a mi rueda y arrancamos el turbo para coger a los fugados.
Rodamos a toda maquina por encima de los 40 km/h  y les vamos recortando terreno muy poco a poco mientras observamos como de vez en cuando vuelven la cabeza para medir la distancia. Empiezo a notar el sabor a sangre en la boca, tan característico de la agonía ciclista. Me encanta ¡¡¡Waaaaauuuuuuuhhhh!!!
Vamos lanzados en máximo esfuerzo y estamos a unos 70 mts de ellos, pero mi compañero ve que de seguir así se quedará sin gasolina antes de tiempo, por lo que la decisión más sabia es bajar el ritmo. Así que mientras resoplamos sin parar, vemos como Fran va haciendo un poco la goma dentro de  la fuga, descolgándose ligeramente pero aguantando lo suficiente para volver a entrar en ella en cuanto el terreno pica un poco para abajo ¡¡¡Muy valiente Fran!!!.

Los escapados, finalmente bajan el ritmo justo antes de llegar al siguiente desvío hacia “el reino de los malosvecinos”  el camino que nos llevará hasta las casas de Matarroman.
Igual que el domingo anterior, esto parece un videojuego en donde un “enemigo invisible” nos vaya poniendo estos obstáculos mientras nosotros los tenemos que ir esquivando, todo esto dentro de un camino a nivel mas bajo que el terreno que lo rodea.
Divertido, muy divertido, aunque peligroso para la mecánica de nuestras burras. Si un trozo de estos vegetales se enreda en las roldanas  del  cambio,  hay muchas posibilidades de que rompamos algo; la patilla que lo sujeta, o incluso el mismo cambio, como ya ha ocurrido en otras salidas del club. Lo mejor es parar y limpiar de palotes y hierbajos todo esto cuando se emboza un poco. Es lo más prudente.

Después de hacer la parada preceptiva, comernos lo que llevamos de avituallamiento y echarnos unas risas, continuamos rumbo a Quevedo por el camino (entre helado y súper embarrado) de “los ladrones”.
Ladrones no somos, pero si que le parecemos a las vacas de mi vecino Gabino, porque llevamos un culo de barro pegado digno de las ganaderías mas antiguas, y de las bicis no os digo nada, muchísimo barro.
Entre equilibrios y slalom llegamos a la casa de Quevedo, y salen a recibirnos un par de perros que se hacen respetar. Un inmenso mastín que nos va midiendo el solar mientras otro más pequeño no deja de dar por saco ladrando y gruñendo de forma amenazadora a dos palmos de nosotros. ¿Por qué leche no atan los perros en las fincas al menos los domingos? Me encanta ver los animales en libertad pero el día que nos muerda uno se va a armar una buena. 

Ya  por la pista asfaltada que va a Herrera nos ponemos en fila de uno al ver que el viento empieza a ponerse  terco desde el norte, pero Juan Antonio se pone delante a tirar con un ritmo tan “alegre” que los demás decidimos dejarle que se harte de “alegría” todo cuanto quiera, y no le damos ningún relevo. Tampoco él lo reclama.
A estas alturas de ruta, comienza a pasarnos factura el esfuerzo de estos kilómetros, la pesadez del terreno, y la climatología, que aunque luce el sol, el frío viento en contra se va notando cada vez más.
Hacemos una última parada recuperadora en las ruinas de la antigua cárcel de Herrera y nos encaminamos enseguida ya hacia Argamasilla por la vereda.
Enseguida nos damos cuenta que el estado del camino dista mucho del que tenía el domingo pasado. El agua y el hielo lo hacen especialmente pesado en esta ocasión, y como ya he reseñado antes, el viento contribuye a hacernos sufrir más.


Candidin da muestras de ir ya muy justo de fuerzas, no me extraña, pues se ha defendido como gato panza arriba, y aunque ha demostrado ser un valiente con mucho sentido común, la energía es la que es, y hay la que hay, y cuando esta se va agotando… ¡¡¡Bravo amigo!!! Lo ha dado todo con valentía.
Le ofrezco un chupito de Energy Mix (de VitaSport) y aunque me confiesa más tarde que odia la miel, parece que después de tomarlo y beber un poco de agua, se rehace lo suficiente para llegar más que dignamente al pueblo. Nos quedan solo 8 km.
El resto del trayecto lo hacemos tranquilamente, todos juntos comentando cosas y satisfechos de la ruta.

Al final, entramos en “La Vía” donde los que allí se encontraban nos miran con cara de extrañeza, de tanto barro como llevamos encima, mi mochila se confunde con el resto de mi espalda.
En conclusión: Un perfecto día para iniciar esta nueva serie de rutas y plena satisfacción con el esfuerzo, sin ninguna caída ni contratiempo de importancia, si bien nos hubiera gustado que más valientes se animaran a unirse… pero también entiendo que los requerimientos físicos para este tipo de grupo son de lo mas exigentes.

Algunos datos*

El próximo sábado, la ruta será: la Ventila, Puerta Partida; Poco Aceite, Tercero, El Pedrosillo, casa de Las Viñas, Despeñaperros, subida a las fabricas de pólvora (la mina) y al pueblo (tela marinera) Podéis ver el perfil y demás datos técnicos en el foro, en el hilo correspondiente a la Ruta del día 5/12/2010, donde se observa que los dos primeros tercios de la ruta son la mayoría del tiempo subiendo casi continuamente, para después bajar todo hasta la ultima subida a la mina.
Un saludo a tod@s y en especial a l@s aspirantes a ¡Breakers Bikers!

JOSE CRUZ 

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